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  • Foto del escritorMoisés López

Estamos en verano y llegan por fin las tan ansiadas vacaciones…

Durante esta época se desordena la rutina, solemos aumentar el consumo de alimentos y bebidas frías y/o azucaradas, nos relajamos con la higiene bucal por estar fuera de casa, y tendemos a variar nuestra alimentación.

Si al tomar algo frío se nota dolor en los dientes, se sufre un problema llamado sensibilidad dental, y el malestar con las cosas frías es su primer indicador.

La sensibilidad dental, que afecta al 25 por ciento de la población adulta, se manifiesta con un dolor intenso, de corta duración, en respuesta al frío, al calor e incluso al tacto. Suele ser un síntoma asociado a procesos como caries dental, restauraciones mal ajustadas, traumatismos dentarios, recisión gingival… ¿Por qué se produce? "Si nuestro esmalte está muy desgastado y la dentina está expuesta, esto implica que los túbulos dentarios están abiertos y, por tanto, también el acceso a las terminaciones nerviosas que hay en la pulpa".

Por ello, evitar un gran consumo bebidas carbonatadas, cítricos, helados, etc… mantener una adecuada limpieza y una buena hidratación puede ayudar a matizar el problema de la sensibilidad dental. Un agravante importante de la sensibilidad dental es el azúcar, lo que hace que la sensibilidad dental sea un problema cada vez más prevalente debido a la creciente cantidad de azúcar que se incluye en la dieta moderna.

Hay una gran variedad de tratamientos para la sensibilidad dental que varían en función del paciente. Ponte en contacto con nosotros y pide cita para una consulta, te daremos todas las respuestas y un tratamiento adecuado para que puedas volver a disfrutar pronto de los caprichos del verano!


En estos momentos por los que atravesamos, toda medida de precaución que adoptemos, para prevenir el contagio por el coronavirus, es poca. Un habito cotidiano como el cepillado de dientes, también debe adaptarse a las nuevas circunstancias. Por ello, desde el Consejo General de Dentistas de España nos realizan estas recomendaciones que creemos son de su utilidad.

LOS 8 PASOS IMPORTANTES

1. EL LAVADO DE MANOS

Desde el principio de la epidemia por el coronavirus, todas las autoridades vienen insistiendo en la gran importancia que tiene un correcto y frecuente lavado de manos. Esto es debido a que el virus pasa muy fácilmente de las manos a nuestras mucosas. Si no tenemos cuidado, los virus presentes en nuestras manos (por haber tocado algo contaminado) pueden penetrar en nuestra mucosa oral, ocular o nasal al tocarnos sin querer. Es fundamental, antes de tocar nuestro cepillo de dientes (que va a ir a la boca) lavarnos concienzudamente las manos con agua y jabón. Este lavado debe durar al menos 40 segundos, incluyendo el lavado entre los dedos, los pulgares, las palmas de las manos.

2. EL CEPILLADO DE DIENTES

Nuestros hábitos higiénicos bucodentales deben mantenerse como siempre. Para ello, procederemos a cepillarnos los dientes al menos dos veces al día (ideal después de cada comida) con pasta dentífrica fluorada, durante 2 minutos. Por la noche, además, tenemos que asociar la higiene interdental, bien con hilo de seda o con cepillos interproximales.

3. EL LAVADO DEL CEPILLO DE DIENTES

Una vez finalizado el cepillado, es necesario proceder a su correcto lavado con agua abundante para retirar los restos de pasta dentífrica y de residuos alimenticios. No olvidemos que el cepillo puede ser una fuente de bacterias, virus y hongos por lo que hay debemos mantenerlo siempre limpio.

4. LA DESINFECCIÓN DEL CEPILLO DE DIENTES

Tenemos que extremar las medidas mientras dure la epidemia. Hay que tener en cuenta que un porcentaje importante de la población es portadora del coronavirus sin saberlo. Son los llamados asintomáticos porque no presentan ningún signo clínico. El coronavirus está presente en la saliva. Por ello, se recomienda desinfectar el cabezal del cepillo después de cada uso. Puede utilizar una solución de povidona iodada diluida al 0.2%. Aquellas personas que sean alérgicas al iodo no deben utilizar este producto desinfectante. Una buena alternativa es usar agua oxigenada diluida al 1%. Para la desinfección, sumergir el cabezal del cepillo en la solución y dejarlo 1 minuto.

5. SECAR EL CEPILLO

La humedad en el cepillo favorece el crecimiento de bacterias y de hongos. Por eso, después de usarlo es conveniente secarlo bien. Sujetando el cepillo por el mango, se le va dando vueltas a derecha e izquierda al objeto de expulsar el máximo de agua que haya quedado en el cepillo. Una vez sacudido, el cepillo debe colocarse con el cabezal hacia arriba para que los restos de humedad se escurran hacia el mango y no al revés.

6. ALEJAR DEL SANITARIO Y LAVABO

No conviene nunca dejar el cepillo al aire, en el cuarto de baño, a proximidad del lavabo o del sanitario. Las bacterias y virus, cada vez que descargamos el sanitario o nos lavamos las manos, se quedan en el ambiente y se depositan en los cepillos de dientes. Por eso, lo ideal es no tener los cepillos a la vista, sino guardados en un armario. En cualquier caso, siempre deben estar alejados al menos 1 metro del sanitario y del lavabo.

7. QUE NO SE TOQUEN LOS CEPILLOS

Un error que cometemos muy a menudo es almacenar varios cepillos en un mismo recipiente o vaso. Eso permite que los cabezales se rocen y se puedan transmitir bacterias, virus y hongos, de un cepillo a otro. Por eso, se recomienda que el almacenamiento se realice a nivel individual, para evitar que se toque un cepillo con otro.

8. VOLVER A LAVARSE LAS MANOS

Una vez finalizado todo el proceso, tenemos que volver a lavarnos las manos cuidadosamente al haber estado manipulando el cepillo de dientes que puede contener coronavirus. Recordamos que este lavado con agua y jabón debe durar al menos 40 segundos.


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Del 01/07/20 Al 31/08/20

DE Lunes a Viernes

De 08:00 a 15:00 horas


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Dr. Moises López




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