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Foto del escritorMoisés López

¿QUÉ SON LAS LLAGAS O AFTAS?

Las aftas, también llamadas «úlceras aftosas», son pequeñas lesiones superficiales que aparecen en los tejidos blandos de la boca o en la base de las encías. A diferencia del herpes labial, las aftas no aparecen en la superficie de los labios y no son contagiosas. Sin embargo, pueden ser dolorosas y causarte problemas para comer y hablar.

La mayoría de las aftas son redondas u ovaladas y tienen un centro blanco o amarillo y un borde rojo. Se forman dentro de la boca: encima o debajo de la lengua, dentro de las mejillas o labios, en la base de las encías o en el paladar blando. Es posible sentir una sensación de hormigueo o ardor uno o dos días antes de la aparición efectiva de las aftas.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS MÁS HABITUALES DE AFTAS?

En adultos generalmente se originan por roces por alguna situación nueva en la boca, prótesis dental, tratamientos dentales, muelas del juicio, tratamientos de ortodoncia y en general todo aquello que nos pueda provocar un rozamiento.

En niños, adolescentes, e incluso en adultos la causa de la llaga puede no estar relacionada con rozamiento y estás relacionada con enfermedades como liquen plano, lupus, pénfigo, enfermedades éstas que no son muy prevalentes, y en mayor medida por problemas de autoinmunidad. Suele estar relacionado con estrés que hace que puedan aparecer reacciones manifestadas por aftas.

¿CÓMO CURAR LAS LLAGAS? TRATAMIENTOS

Como primer paso lo primero que hemos de eliminar es la causa: si roza algún elemento de los mencionados hay que eliminar dicho roce, una vez eliminado dicho roce se ha de tratar con un enjuague, gel o spray, que contenga un elemento que elimine dicha afta.

El ácido hialurónico en alta concentración es muy efectivo en el tratamiento de las aftas.

Cuando el ácido hialurónico no es suficiente, y se puede recurrir a corticoides por vía tópica. Normalmente se piden preparados en fórmula magistral para poder curarlas.

Prevención

Para evitar que las aftas reaparezcan se recomienda seguir estos consejos:

  • Presta atención a lo que comes. Intenta evitar aquellos alimentos que parecen irritar la boca. Evita cualquier alimento al que seas sensible o alérgico.

  • Elige alimentos saludables. Come muchas frutas, vegetales y cereales integrales.

  • Sigue buenos hábitos de higiene bucal. El cepillado regular después de las comidas y el uso del hilo dental una vez por día pueden mantener tu boca limpia. Utiliza un cepillo medio.

  • Protege la boca. Si usas aparatos de ortodoncia u otros dispositivos dentales, consulta a tu dentista sobre las ceras para ortodoncia para cubrir los bordes afilados.

  • Reduce el estrés. Si las aftas parecen estar relacionadas con el estrés, aprende y utiliza técnicas para reducir el estrés y realiza actividades deportivas.


Foto del escritorMoisés López

Dentro del esmalte (la parte visible del diente) y la dentina, hay un tejido blando llamado pulpa. La pulpa contiene vasos sanguíneos, nervios y tejido conectivo que alimenta al diente durante su formación.

Se llama endodoncia, de endo (interior) y odontos (diente), al tratamiento odontológico que consiste en la extirpación de la pulpa dental y el posterior relleno y sellado de la cavidad pulpar con un material inerte.

Cuando un diente presenta una infección severa y requiere tratamiento endodóntico, ese tratamiento está diseñado para eliminar las bacterias de los conductos del diente, prevenir su reinfección y salvar el diente natural.


La endodoncia sirve para conservar las piezas dentales sin necesidad de recurrir a la extracción, y es el último recurso para

conservar aquellos dientes que tienen alguna afección en el nervio dental y su periferia.

Las causas más habituales son las siguientes.

La primera es la caries, ésta provoca una desmineralización del tejido dental y con ello una pérdida de parte de la estructura del diente con lo que la pulpa se queda desprotegida. Esto normalmente provoca alta sensibilidad la temperatura y finalmente dolor. Esto significa que la pulpa se ha inflamado.

Otra de las causas son las grandes obturaciones (empastes). En este caso suelen producir una agresión a la pulpa dental y ésta se defiende retrayéndose y en ocasiones se necrosa la pulpa, dando lugar a infecciones y estas infecciones a su vez a abscesos y flemones.

LAS SEÑALES DE UNA PULPA AFECTADA (INFLAMACIÓN DEL NERVIO)

Dolor espontáneo, sensibilidad prolongada al frío o al calor, inflamación y molestia en la encía alrededor del diente afectado, cambio de color del diente… aunque a veces pueden no presentarse estos síntomas.

Foto del escritorMoisés López

El bruxismo es una patología que consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, produciendo el desgaste de los mismos. Se trata de un hábito muy perjudicial que, en función de su frecuencia, puede provocar desgastes extremos y dolor en la musculatura mandibular y en la articulación.

Puede darse tanto por el día como por la noche, aunque el más frecuente es el que se produce durante el sueño. La mayoría de las veces, la persona afectada no es consciente de que tiene bruxismo hasta que otra le advierte de que al dormir rechina los dientes, o es el dentista quien le informa tras realizarle una revisión dental rutinaria.

Causas del bruxismo

Aunque de momento se desconoce el origen real de este problema de salud dental los expertos coinciden en la idea de que el estrés y los trastornos del sueño podrían ser dos de las principales causas de esta dolencia, aunque también contemplan otros factores que pueden intervenir en la aparición del bruxismo como son: la mala alimentación, la alineación inadecuada de los dientes, la presencia de trastornos respiratorios durante el sueño, las malas posturas a la hora de dormir o la ansiedad, entre otras.

Además de hipersensibilidad dental y dolor constante en los músculos faciales y en los dientes, el bruxismo puede provocar otros problemas como dolor mandibular, malestar que irradia hacia cuello, oído o cabeza, insomnio, etc.

Cuando el problema del bruxismo no se corrige a tiempo suele desembocar en patologías o alteraciones articulares y en una disyunción maxilar que puede producir trismo (un síntoma que dificulta o limita la correcta apertura de la boca) e, incluso, llegar a generar una contractura muscular muy dolorosa.

Principales tratamientos:

Los tratamientos para el bruxismo están principalmente orientados a reducir el rechinamiento de los dientes, prevenir el desgaste del esmalte, eliminar el dolor y evitar posibles daños permanentes en la mandíbula. En general, se distinguen dos tipos de tratamientos:


. Férula de descarga. En la mayoría de los casos, especialmente cuando se trata de bruxismo de predominio nocturno, el especialista recomienda al paciente el uso de una férula de descarga. Se trata de una prótesis ajustada a la dentadura del paciente, que debe colocarse durante las horas de sueño, y cuya función es intentar relajar y reconocer la articulación ATM para evitar el rechinar de los dientes y el consecuente desgaste del esmalte.





· Rehabilitación protésica. En casos de bruxismo más avanzado, en los que existe un importante desgaste dental y una disminución de la dimensión vertical que afecta a la articulación tempo mandibular, se recomienda rehabilitar protésicamente las piezas dentales con el fin de recuperar la posición articular idónea.

Recomendaciones generales

En todos los casos, los especialistas aconsejan realizar cualquier tipo de actividad que ayude a controlar, reducir o eliminar el estrés y la tensión muscular (que suelen ser desencadenantes del bruxismo), realizar ejercicios de relajación, masajear las zonas musculares mandibulares afectadas y dormir las horas adecuadas manteniendo una correcta postura corporal.




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