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Tu odontólogo de confianza puede ayudarte a identificar la causa y a encontrar las posibles soluciones. Él te indicará si se trata de un problema de origen oral o si además debes consultar a otro especialista.
Las revisiones periódicas al dentista son fundamentales para la salud general de tu boca y pueden detectar este tipo de problemas oportunamente, en este caso que además suele ser motivo de vergüenza e incomodidad, pueden tener origen en una enfermedad periodontal.
La solución principal por ello es la prevención manteniendo una buena higiene bucal y programar limpiezas profesionales de forma regular.
En caso de que la halitosis se genere a partir de una enfermedad periodontal, tu dentista te ayudará a solucionar cualquier problema en los tejidos gingivales que, si no se interviene a tiempo, puede ocasionar que estos se separen de los dientes, formando bolsas. Solo una limpieza profesional del dentista puede mover las bacterias y la placa que se acumula en bolsas muy profundas.
El odontólogo podría recomendarte además una crema dental antiséptica o un enjuague bucal antimicrobiano si la acumulación de placa entre y alrededor de los dientes es considerable. Ambos pueden ser beneficiosas para reducir ésta y la gingivitis y tienen propiedades para refrescar el aliento, no solo porque ocultan el olor sino también porque pueden matar los gérmenes causantes del mal aliento.
En el caso de que tu cavidad bucal está sana, el dentista le recomendará visitar a su médico de cabecera o a otro especialista ya la halitosis se puede generar por infecciones gastrointestinales, de garganta o pecho.
Algunos consejos para hacer en casa
1. Cepíllate los dientes después de cada comida con una pasta de dientes con flúor.
2. Cepíllate también la lengua con suavidad para eliminar posibles bacterias que se encuentren en la superficie.
3. Utiliza el hilo dental para eliminar la placa y las partículas de comida atrapadas entre los dientes.
4. Evita el tabaco y algunas bebidas como el café y el alcohol.
5. Bebe una gran cantidad de agua para eliminar las bacterias y las células muertas de la piel que pueden quedarse en la boca.
